Tras un par de extractos de la novela, el sitio oficial de Star Wars nos trae un tercero de «Last Shot», la novela que servirá como precuela y secuela de la película, «Han Solo: Una Historia de Star Wars», escrita por Daniel José Older.
En esta ocasión, vemos a Lando Calrissian y a su droide L3 siendo los protagonistas:
Era cerca de la media noche, en la víspera de un año nuevo; el Imperio se expandía por la galaxia como una burocrática, sin piedad y en ocasiones letal, infección de hongos; y el próspero submundo de los contrabandistas, traficantes de especias, cazadores de recompensas y otras personas de los sindicatos del crimen, se habían reunido para celebrar una nueva era de indulgencia y excesos. Los gritos, quejidos y sonidos de la banda de RevRav y los 4-Pies entumecía la mente de los asistentes del décimo piso de la Estación Weigh Karambola; preciosas mujeres de todas las especies se veían tan bien como querían, y Lando Calrissian, bien vestido y con una manicura impecable, paseaba con aplomo entre los asistentes, sintiéndose bien.
«Faztoon,» dijo, en dirección a un ithoriano. «¡Gusto verte, viejo amigo! ¡Primco Farg!» Faztoon gritó algo y saludó; Primco, un cazador de recompensas humano de quien Lando no se preocupaba, solo giró la mirada. No importaba. Esta noche era para divertirse. «¡Muy bien, Barto!» Y señaló, «¡Smooyt! ¿Pudiste conseguir aquellos nano blásters de los que…» Smooyt lo interrumpió moviendo sus tentáculos y frunciendo el ceño. «¡Está bien, olvidémoslo!» Lando se volteó y tomó un par de bebidas de la bandeja de un droide mesero sin perder el paso. Entonces se detuvo súbitamente, mojó sus labios, y balanceó la cabeza. «Prita Sven.»
La mujer le enseñó una media sonrisa y miró a Lando, posando su delgada mano en sus (deliciosamente anchas) caderas, mientras sostenía el tubo de un elegante aparato para fumar en sus (deliciosamente gruesos) labios. Un brillante vestido dorado colgaba desde uno de sus hombros y se deslizaba hacia sus largas piernas, dejando ver bastante e insinuando aún más. «Ah, Larren,» dijo Prita en un susurro sensual.
«Lando,» dijo Lando, «pero puedes llamarme Larren si…»
«Larren Carlprispan,» dijo Prita, sin que le importaran esos pequeños detalles. Inhaló un poco de humo y lo soltó en el aire, se dignó en dirigirle una breve mirada, como si hiciera un inventario de su apariencia y lo guardará en algún sitio. «¿Cómo has estado?»
A Lando no le importaba el nombre que usara para él, con tal de que pudiera encontrar una manera de deshacerse de ese vestido en el transcurso de la noche. «Mucho mejor ahora que te he encontrado. ¿Qué trae a una dama tan hermosa como tú a esta vil guarida de forajidos y caciques? Espera…» Un atisbo de información regresó a la mente de Lando, poniendo todo en su lugar. «¿No trabajas acaso para el…»
«Imperio Galáctico, si. Era una administradora regional la última vez que nos vimos en Berullian. He sido promovida a vice administradora de reclutamiento de stormtroopers.»
Lando jamás había estado en Berullian, y la última vez que vio a Prita había sido en Pantora, cuando pudo convencerla de que lo dejara huir del planeta con un valioso cargamento de cadáveres de forlyn cazados ilegalmente. Había funcionado en esa ocasión, pero había tenido que desaparecer rápidamente y no había tenido la oportunidad de saber si sus encantos funcionarían en otras formas.
Pero Prita nunca había sido buena con los detalles sin importancia.
«Muy bien, felicitaciones, Vice Administradora Sven. ¿Cómo podemos celebrar tu promoción?»
Prita miró a los ojos a Lando, dándole toda su atención por primera vez. Sus labios siguieron apretados sobre el tubo de humo, pero sus ojos sonrieron. Eso era todo, pensó Lando. Tenemos autorización para atracar. Estaba totalmente seguro que más adelante, en la noche, cuando yacieran abrazados, sudorosos y desnudos, podría achacarle a ese contacto visual toda la aventura.
«Ya encontraremos alguna manera agradable,» dijo Prita en un susurro entrecortado.
«Nada me gustaría más…» Un jalón insistente en el brazo de Lando interrumpió sus palabras. Giró, preparado para soltar una andanada de maldiciones al borracho que osaba interrumpirlo. En su lugar, se encontró mirando fijamente al ojo iluminado de su droide piloto, L3-37.
«Necesito tu ayuda,» dijo la droide en un acelerón de palabras que Lando había aprendido a interpretar como urgente.
«Eletres,» dijo Lando, moviendo su cabeza. «Este no es definitivamente un buen momento. Permíteme…»
L3 negó con la cabeza. «Es el único momento. Ahora.»
No se podía haber demostrado mejor en tan pocas palabras el carácter de Lando, que en este pequeño extracto. Desde luego, el Lando que ya conocemos de la Trilogía Original, seguirá estando vigente en esta época anterior.
«Last Shot» se publica el 17 de abril de la mano de Del Rey.
Fuente: StarWars.com
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