El sitio oficial de Star Wars ha mostrado un nuevo avance de la novela «Aftermath: Empire’s End» en el que podemos leer una discusión entre Han Solo y Leia.
Leia se sobresaltó al oír el sonido de un furioso golpeteo en la puerta, su rodilla golpeó en la tabla sobre la cual se proyecta un brillante mapa estelar. El mapa parpadea, y cuando la voz llega a través de la puerta-«¡Leia! ‘Leia!»-ella lucha para ponerse en pie con rapidez, casi olvidando el tremendo peso viviente en su sección media. El niño dentro de ella patalea y se agita mientras ella se esfuerza por conseguir en posición vertical. Cálmate, pequeño ángel. Estarás libre muy pronto.
«Mamá», dice su droide de protocolo, T-2LC. «Parece como si alguien estuviera en la puerta.»
«Sí, lo escucho, Elsie.» Ella hace una mueca mientras se mueve del sofá. Ese sofá se suponía que era cómodo, pero lo único que hace es tragársela como una devorador sarlacc. «Es sólo Han.»
«¿Está en peligro, mamá? Suena como si estuviera en peligro. ¿Debo abrir la puerta? No quiero dejar que entre el peligro, pero-«
«Leia, maldita sea, la puerta», dice Han desde el otro lado. Su voz es seguido rápidamente por más golpes y ruidos sordos. Él está pateando la puerta, ella se da cuenta.
«¡Estoy llegando!» grita de nuevo ella. El androide dice: «Voy a hacerlo.» «Pero su condición, mamá-«
«No me estoy muriendo, estoy embarazada», chasquea su espalda, luego se abre la puerta. Han no pierde el tiempo en ir hacia ella, con el brazo sosteniendo una bolsa llena de bultos desiguales de algo.
«Te tomaste tu tiempo», dijo él, sonriendo mientras hacía malabares para llegar hasta ella, dándole un rápido beso en la mejilla como él lo hace. «No lo sabes bien,» dice ella, disparando a T-2LC una dudosa mirada, «tengo una afección.»
«Elsie, te lo dije, Leia no tiene una maldita afección.» Pero entonces, más en serio y en un registro más bajo, él le dice a ella: «Tienes que reducir la velocidad un poco.» Hace un gesto hacia el mapa estelar. «Por ejemplo.»
«Estoy al mando de mi propio cuerpo, muchas gracias.»
«Que se lo digan al pequeño bandido,» dice él, dejando caer el saco de lo que sea en la encimera de la cocina. El pequeño bandido es lo que le ha dado por llamar el niño actualmente luchando dentro de su vientre.
«Querrás decir el pequeño ángel.» Ella lo sigue hasta la cocina, y el gimoteo de lo servomotores de T-2LC detrás de ella indican que la está siguiendo de cerca porque alguien (Han) le dijo al droide que se mantuviera cerca de ella por si se cayera. Sin importar el hecho de que el androide se quede tan cerca de ella, hasta el punto de tropezar con su pie de metal media docena de veces ya. «¿Qué trajiste?»
Han guiñó, metió la mano en la bolsa, y la saca de nuevo, agarrando una fruta Jogan. «Mira.» Él le dio un lascivo apretón.
Suspira, cabizbaja. «¿Eso es . . . una bolsa entera llena de Jogans?» «Sí. ¿Por qué?»
«No puedo comer tanto Jogan.» «Claro que puedes.»
«Permítame rehacer la respuesta: No quiero comer tanto Jogan.» «Es bueno para ti.»
«No es tan bueno.» «Los doctores-«
«La Dra. Kalonia dijo de incorporar Jogan en mi dieta, no reemplazar todo con Jogan.»
«La Dra. Kalonia en El Despertar de la Fuerza.»
Él se precipita sobre ella, sosteniendo su cara con su áspera mano. Le acaricia la mejilla con suavidad. «Bien, bien. Sólo estoy tratando de hacer lo correcto para vosotros dos».
«Lo sé, Han.»
«Si creo que puedo ayudar, siempre te ayudaré. Con lo que tú o nuestro hijo necesité. ¿Lo sabes bien, verdad?»
Ella ríe. «Lo sé.»
Ha sido difícil para Han. Él no va a decirlo en voz alta, pero se lo puede ver en su rostro. Su marido necesita algo que hacer. Está aburrido. Chewbacca volvió a casa, en busca de su familia. Luke está buscando por la galaxia antiguas enseñanzas Jedi. Han Solo no tiene nada para contrabandear, nada para jugar, sin tonta Rebelión por la que luchar.
Es como el Halcón: retirado en un hangar de alguna parte, esperando algo, cualquier cosa, que ocurra.
Así que compra fruta. Montones y montones de fruta.
Y, por supuesto, se preocupa por ella. Él la vuelve hacia la mesa y el mapa estelar. «¿No seguirás todavía con esto, verdad?»
«¿Qué?»
«Leia, Kashyyyk fue un golpe de suerte. Tuvimos suerte.»
«Siempre tengo suerte contigo a mi lado, sinvergüenza.» Él sacude su cabeza. «Bromeas, pero esto es una locura.»
«No es una locura», dice ella, de repente irritada. «Lo que hicimos en Kashyyyk era lo correcto a hacer, y lo sabes. Si pudiéramos formalizar ese proceso, si podríamos apuntar a otros mundos que el Senado es demasiado cobarde para liberar, entonces tal vez podríamos, con la sanción oficial de nuestra amable canciller encontrar una manera de hacer lo correcto por esos mundos. Lo que significa que no sólo salvaríamos sistemas enteros, sino que esos sistemas podrían venirse a nuestro camino y unirse al coro de voces aquí en la Nueva República «.
Él suspira. «No se. ¿No puede otra persona llevar esto? Solo por ahora . . .»
«Mira», dice ella, en dirección hacia el mapa estelar. «Tatooine. Kerev Doi. Demesel. Horuz. Todos mundos todavía esclavos ya sea de algún remanente Imperial u organizaciones criminales o bandas. Las rebeliones funcionan. Lo hemos visto. Hemos ayudado a hacer que suceda».
«Sabes que Mon no va a hacerlo.» «Ella ya lo sabe. En cierto manera.»
A raíz del ataque a Chandrila, la Nueva República quedó tambaleante. Ya los rumores surgieron: La Nueva República no puede protegerse a sí misma, ¿cómo puede protegernos? Ya las acusaciones se han dirigido a la cabeza de Mon Mothma como rifles apuntando: Ella es débil sobre la presencia militar y ahora está herida, ¿cómo puede realmente liderarnos? Leia y Han regresaron trayendo una muy necesaria, aunque ilegal e inesperada, victoria para la Nueva República en un mal momento en que lo necesitaba. Sí, Chandrila fue atacada. Pero ellos salvaron Kashyyyk. Echaron al Imperio y liberaron a los wookies. Fue una victoria. Y detuvieron al Senado de la hemorragia de senadores leales.
Ella empieza a decir: «Si pudiéramos ayudar a los rebeldes en cada uno de estos mundos,» «Mamá,» T-2LC interviene, literalmente empujando su cobriza-brillante cabeza de androide de protocolo delante de ella. «Tienes una llamada.»
«Me quedo aquí.» Ella se sienta en el sofá, a continuación, golpea el mapa estelar apagando el proyector. Una nueva imagen la sustituye: el rostro de Norra Wexley. Una vez piloto para la Rebelión, y, recientemente, el líder de un equipo de «cazadores de imperiales», que rastrean muchos criminales de guerra del Imperio cuando huyeron a ocultarse en varios rincones de la galaxia. Había ayudado a Leia en una diferente labor, encontrar a su marido desaparecido y ayudar a liberar a Han y Chewbacca a su planeta del Imperio. ¿Ahora, sin embargo? Norra está por ahí en busca de presas más difícil de alcanzar: la Gran Almirante Rae Sloane.
Este extracto tampoco nos revela mucho de la trama, salvo que Leia quiere continuar liberando mundos bajo el yugo del Imperio, y que Norra está tras la pista de la ahora nombrada, Gran Almirante Rae Sloane.
Pero encontramos varias referencias conocidas, como la Doctora Kalonia que vimos en El Despertar de la Fuerza curando el brazo a Chewbacca, la fruta Jogan vista en Star Wars Rebels, o algunos planetas que rescatan de Leyendas como Horruz y Desemel.
«Aftermath: Empire’s End» se publica el 21 de febrero en Estados Unidos. En España tendremos que esperar unos cuantos meses para verlo en castellano.
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