El actor habla sobre la interpretación que guardó en secreto durante dieciocho meses.
A todos nos sorprendió ver a Tarkin en Rogue One como un personaje más de la película, en lugar de un simple cameo como ocurrió en La Venganza de los Sith. The Hollywood Reporter ha entrevistado al actor Guy Henry, que tuvo la difícil tarea de llenar los zapatos tanto del propio personaje como de la leyenda del cine que lo interpretó hace cuarenta años: Sir Peter Cushing.
The Hollywood Reporter: Durante 18 meses estuviste guardando el secreto, ¿tu familia sabía lo que estabas haciendo?
Guy Henry: Los familiares y amigos muy muy muy cercanos. Les confié el secreto, porque creo que de otra manera me habría vuelto loco. Ocasionalmente se empezó a asociar mi nombre. La gente preguntaría. En el trabajo (el equipo tras la serie BBC One), Holby City debía saber que estaba involucrado en la película. Pero incluso mi agente, cuando me pidieron reunirme a Gareth Edwards, ni siquiera sabía para qué era. No se lo dijeron. Lo cierto es que era una gran responsabilidad, y estoy de haber guardado el secreto hasta el último momento.
THR: ¿Cómo te convencieron Gareth Edwards e Industrial Light & Magic de que todo esto funcionaría?
GH: Pensé que no podía sentirme demasiado responsable en el sentido del aspecto final que tendría. Tenía que confiar en John Knoll, en Gareth y en el equipo, que fueron los que me convencieron del todo. Vocalmente, no soy un mímico. No soy un genuino imitador. Hice lo mejor que pude para interpretar mi propio Tarkin, la «r» aspirada con la mejor voz que podía poner y Gareth decía «Ok, relájate con eso. Ahora sé un poco más tú mismo». Tuve que confiar en que ellos vieron algo en lo que hacía que les convenció de que podría ser el tributo a Cushing que todos querían. Fue muy muy sobrecogedor, con toda seriedad.
THR: ¿Te afectaron mucho las regrabaciones?
GH: Debido a que la historia estaba cambiando constantemente, llegué a pensar que había acabado. «La responsabilidad ha terminado. Gracias a Dios, ahora puedo relajarme». Entonces me dijeron «¿Podrías venir la próxima semana y grabar un par de frases aquí y allá?» La verdad que fue algo aterrador porque no quería desmerecer una gran película, e igualmente, no quería desmerecer a Peter Cushing.
THR: ¿Recuerdas algo de lo que cambiaron y cuando acabaste el trabajo?
GH: Es difícil de recordar qué fue lo último. Creo que fue cuando me llamaron para grabar media frase de una manera un poco distinta. Media frase un poco más acentuada por algo que le había ocurrido a un personaje distinto. Estaba inmensamente detallado. Es un poco borroso.
THR: ¿Tuviste dudas de si funcionaría?
GH: Normalmente, como actor, pretendes ser otra persona. Aquí, yo estaba pretendiendo ser Peter Cushing pretendiendo ser Tarkin. En un momento dije «no me ofenderé si creéis que la voz no es lo bastante buena o suena demasiado joven». Aquí hay un imitador muy famoso llamado Rory Bremmer. Dije «no me ofenderé si queréis contratarlo. Sólo quiero que esté bien. No os preocupéis si tenéis que descartar mi voz». Fueron valientes y se quedaron conmigo.
THR: ¿Cuando viste cómo quedaría?
GH: Me lo enseñaron a hurtadillas. Pensé «Deberíamos estar todos aquí». Sólo tras la premiere de Londres estuve seguro de que había funcionado. Me había tomado varios vasos de vino blanco, y no podía comer. Estaba muy asustado. «Si no lo había hecho lo bastante bien, iba a ser muy triste. Habría sido muy malo». No me refiero a una mala carrera profesional. No había hecho ninguna entrevista. «No os preocupes por mi nombre». Así se referirían a mi como un doble de cuerpo y de voz desastroso y podría dejarlo estar. Pero no quería desmerecer a Peter Cushing.
THR: ¿Oiste lo que dijeron los herederos de Cushing? Uno de ellos ha alabado tu interpretación.
GH: De primera mano no. Si ese es el caso, que deduzco que lo es, estoy encantado. La razón para hacerlo fue honrada. Cuando la gente estaba hablando sobre la ética de traer de vuelta a alguien que lleva muerto tanto tiempo, me percaté de que si se hacía por el motivo erróneo o por algo un poco sórdido, no habría estado bien. Cuando John Knoll impulsó el film, obviamente Tarkin era una gran parte del original. No poner a Tarkin habría sido una lástima y creo que lo han hecho de una manera muy honrada.
THR: Antes de la muerte de Carrie Fisher, Lucasfilm dijo que Tarkin era un caso especial y que seguramente no volvería a hacerse de nuevo. ¿Crees que esto se volverá recurrente en otras películas de Hollywood?
GH: La verdad es que no sé por qué querrían hacerlo. ¿Hacer de repente una película con James Dean? No creo que eso ocurra. Aquí era muy específico el recrear a este personaje de una manera que sirviese a la historia de Rogue One. Aparte de eso, el trabajo para desarrollarlo fue enorme. Siempre me supo mal por los pobres tipos de la ILM. Tenían que pasar todo el día y parte de la noche para intentar hacer que me pareciese a él. Tony Gilroy, el director de la segunda unidad, dijo «Dios, me he pasado un montón de rato escuchando sólo tu voz». Y dije «Pobre hombre, lo siento por eso».
THR: ¿Que pensarías si Lucasfilm usara potencialmente esta técnica para ayudar a completar la historia de Leia tras la muerte de Fisher?
GH: No puedo comentar nada sobre Carrie Fisher, porque mi película es Rogue One y no tengo conexión con las otras películas. Para ser honesto, me temo que no sé lo que ella hacía en las futuras películas. Creo y espero que no se convierta en algo común. Puedo verlo cuando se utilice por algún buen motivo para la historia, y estoy seguro de que lo considerarán. Pero no creo que vaya a convertirse en algo habitual.
THR: ¿Cómo afectaron los aparatos a tu interpretación?
GH: Es algo muy claustrofóbico y muy distante el llevar el casco con la cámara. Es muy poco manejable. Ya es complicado en una película el hacer creer que eres otra persona, otro personaje. Tenían un chico encantador llamado Robert y una chica llamada Sonya en la ILM, y ellos hicieron que llevar el casco fuese lo más fácil y cómodo posible. Es muy difícil interpretar algo con esa cosa apuntándote en la cabeza, con las luces y los sensores brillándome en los ojos. Fue un trabajo muy particular. Debo decir que lo encontré muy aterrador.
THR: Lo cierto es que Tarkin brilló en oposición al Orson Krennic de Ben Mendelsohn. ¿Cómo fue trabajar con él?
GH: Él es maravilloso. Se mete de lleno en el personaje. Está vivo. Está alterado. En un momento, me permití darle cuerda para irritarle. Él pensó que estaba mirando el monitor, situado tras la cámara. Yo estaba siendo despectivo a propósito. Me salió bien. Lo cabreé mucho. Él gritó «¡No mires al monitor Guy!» Pero yo no estaba mirando el monitor, y como buen profesional, nunca lo haría (risas).
Interesantes las declaraciones de Guy Henry y sobretodo destacar que tiene muy claro que esta técnica de «resurrección digital» debe utilizarse como una aportación que vaya en beneficio de la historia pero nunca como el reclamo principal de una película.
Como curiosidad os dejo este vídeo, en el que también utilizaron técnicas de CGI (lógicamente distintas de las usadas en Rogue One) para traer de vuelta al fallecido actor Marlon Brando interpretando a Jor-El, el padre de Superman en Superman Returns (2006).
Fuente: The Hollywood Reporter
Dice esto hablando de lo que tuvo que regrabar: "Media frase un poco más acentuada por algo que le había ocurrido a un personaje distinto. Estaba inmensamente detallado. Es un poco borroso".
Yo me la jugaría a que es el "Fire when you' re ready (fuego en cuanto estén listos)". Una de las cosas que más me "emocionó" de la película fue ver la indiferencia de Tarkin y lo poético de Krennic mirando cómo disparaba la Estrella de la Muerte. Tal vez Krennic iba a morir de una forma distinta (viendo las escenas eliminadas de los trailers encajaría) y finalmente lo hicieron así.