Por otro lado, StarWars.com ha publicado un artículo en el que nos dan «6 razones de que leer Catalyst es esencial si quieres ver Rogue One«, ya que esta novela tratará el origen de la Estrella de la Muerte y su programa de armas, la formación de la relación de Galen y Krennic, la influencia en Jyn de su madre Lyra, el nacimiento de Jyn y sus primeros años, la presencia de Tarkin y la relación de Jyn y Saw Gerrera.
Nuevo extracto de la novela «Catalyst»
Entertainment Weekly ha lanzado un pequeño extracto de la novela precuela de Rogue One, «Catalyst», en el que nos dan más detalles de la relación entre Jyn y Galen, y el trabajo de este último.
Encorvado en el sillón de su residencia en la instalación, Galen alzó la vista de su cuaderno reconociendo el hecho que él y Jyn estaban en la misma habitación, un infrecuente evento debido a la renovada tensión entre él y Lyra. Ella tenía su cuaderno de dibujos en su regazo y estaba trabajando furiosamente en crear un cierto tipo de dibujo, hablando sola en voz baja pero animandose así misma, mientras trabajaba con los controles y dibujaba con su dedo índice sobre la pantalla.
Galen tenía su propio pequeño datapad en su mano y estaba trabajando en una ecuación que le había atascado por semanas. Al haber encontrado una manera de alterar la estructura interna de los cristales, los kyber parecían también haber encontrado una manera de alterarlo. A pesar de que no había escuchado nada sobre Orson, sentía un cierto estado de urgencia en la investigación, como si alguien o algo le estuviera susurrando apresúrate, apresúrate…
Desde que había transmitido los datos a Orson y su equipo, sentía como si tuviera una ligera fiebre, con una parte de su mente fija en resolver el cálculo que se le escapaba a su conciencia. No dudaba de que algo tenían que ver los kybers en esto, pero la naturaleza actual del problema no se le había revelado. De todas maneras, estaba preocupado, había documentado sus sueños en su cuaderno. Tenía dibujado el mapa de su subconsciente y generalmente podía descifrar lo que sus sueños le querían decir, pero los más recientes lo sacaban del mapa, hacia las regiones no exploradas de su mente. Su diario de sueños comprendía muchas páginas, con muchos de sus apuntes escritos a mitad de la noche o justo al despertar de su siesta, y se interrumpían de vez en cuando con esbozos que derivaban en cálculos, pensamientos vagos, notas microscopicas que apenas se podía leer.
Se apartó el pelo de su cara con sus dedos y redirigió su atención de su cuaderno para mirar a Jyn, tan completamente absorta en lo que estaba haciendo que podría estar en su propio mundo. Cuando finalmente hizo un parón para evaluar su dibujo, Galen se levantó de su asiento y se acercó hacia ella.
«¿Puedo ver en lo que estás trabajando, Stardust?»
Mirándolo con sorpresa, ella asintió. «Es para ti».
Galen se señaló con un dedo. «¿Para mí?»
Ella volvió a asentir. «Es un dibujo de Brin intentado volver a su hogar».
Brin era el héroe de su holo-cuento favorito de la hora de acostarse, La Octava Escalera. En la pantalla estaba su dibujo de una escalera que bajaba ocho niveles hacia un área cóncava en la base donde Brin recibía los poderes mágicos que le harían poder regresar a su hogar.
Él había escuchado tantas veces la historia que podía recitar el pasaje de memoria.
«Cuando finalmente llegaron al castillo, caminaron por debajo de la enorme puerta y entraron. Frente a ellos vieron la escalera que bajaba hasta el último nivel. Era la mítica Octaba Escalera que Brin y sus amigos habían estado buscado. Miraron hacia abajo. ‘Ocho niveles’, dijo Brin. ‘En cada uno necesitaremos un tipo diferente de magia’. Al final de la escalera Brin podía ver el Tazón Dorado. Quien lograra llegar al Tazón Dorado obtendría el poder de volar por encima de los ocho niveles de la escalera y pasar a través del techo del castillo hacia el cielo, de regreso a casa».
Alrededor de los dibujos de la escalera, adornando los bordes de la pantalla rectangular, había extraños signos y figuras que Galen identificó inmediatamente como versiones de los símbolos matemáticos y dibujos que a veces hacía.
Observó con atención el dibujo de Brin con su despeinado cabello largo, preguntándose si realmente representaba a Brin o si Jyn había intentado dibujarle a él.
«Brin se parece un poco a mí», dijo.
Ella entrecerró los ojos mirando el dibujo. «Puedes ser Brin si tú quieres».
Mirándola, Galen sintió una calidez en su pecho, y un arrebato de amor que le ocasionaba tanto dolor como alegría al mismo tiempo. Recordó la primera vez que había mirado sus ojos en el aposento de Lyra en el Torreón, y cómo los ojos moteados de Jyn lo habían cautivado una vez más el día que lo liberaron de la prisión de Tambolor. Pensó en todas las veces que ella y Lyra le habían dado la fuerza suficiente para sobrevivir a las frías y largas horas en su celda; las interminables promesas que se había hecho a sí mismo para proveerles con una maravillosa vida. Su hija perfecta… ¿Cómo se permitió a si mismo aprisionarse tanto en su investigación que Jyn ya casi no lo conocía? ¿Cómo había permitido poner a los cristales kyber por delante? Se suponía que su trabajo era para beneficio de ellas, y al parecer ahora era sólo para él. Todo por el éxtasis del puro descubrimiento.
Jyn casi saltó fuera de si misma cuando él la abrazó.
«Te amo, Stardust», susurró, usando el dorso de su mano para limpiarse las lágrimas. «Siento mucho que al haber estado tan ocupado me haya olvidado de decir cuánto me importas».
Ella asintió en sus brazos. «Está bien, Papá. ¿Podemos seguir a Brin a casa ahora?»
Anthony Breznican de EW tiene la teoría de que la historia de Brin y La Octava Escalera, podría servir en el futuro de inspiración a Galen para crear la falla en la Estrella de la Muerte, que más tarde serviría a Luke Skywalker para destruirla.
Si esto es verdad me parece genial que, Gareth Edwards y compañía, vayan darle una explicación al error de diseño de la Estrella de la Muerte, ya que en la explicación de «Leyendas» solo se decía que fue un fallo de diseño sin ningún tipo de propósito, pero aquí tendría una carga bastante importante, ya que veríamos como Galen arrepentido de lo que le habían obligado hacer, se las ingenió para que al menos alguien tuviera una mínima esperanza de destruir aquella atrocidad.
«Catalyst» escrita por James Luceno se publica el 15 de noviembre en Estados Unidos, aquí a pesar de haber estado listada para finales de mes, finalmente parece que tendremos que esperar varios meses hasta tenerla en castellano.
Fuente: Entertainment Weekly
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